Quedan tres días para la primera vuelta de las elecciones a la presidencia de la República Francesa y la mayoría de los analistas de los grandes medios coinciden en que no hay nada decidido, no se sabe quién será el candidato más votado, ni quien será el tercero en discordia ni si la abstención marcará un nuevo récord. Además por primera vez en la Vª República cinco candidatos están por encima del 10% en estimación de voto. En la izquierda no está claro hasta dónde pueden llegar Mélenchon y el Frente de Izquierda.
Esta situación provoca que corran ríos de tinta sobre todo lo que rodea a este proceso electoral. Es tanta la información que puede llegar a abrumar. Sin embargo hay testimonios, informaciones o noticias que a pesar de la importancia que pueden tener no se ven reflejadas en ningún medio de información y pasan por el más absoluto ostracismo. Este es el caso de un comentario que encontré por casualidad hace un par de días en una web que recoge a su vez parte de un informe electoral de la Dirección Central de Información Interior del gobierno francés (DCRI) sobre la estimación de votos en las elecciones del próximo domingo y que apunta unas claves más que interesantes que resumo a continuación.
Antes conviene aclarar que la DCRI era conocida hasta 2008 como el Renseignement Géneraux (Servicio de Información del Estado) un organismo dependiente del ministerio del interior que ha sido acusado en numerosas ocasiones por activistas des movimientos sociales, militantes del nacionalismo corso o bretón y partidos de izquierda de ser una policía política encubierta.
El artículo comienza resaltando el ambiente de derrota existente entre los parlamentarios de la UMP que esconden bajo el optimismo y los quehaceres diarios de la campaña electoral. Según se recoge en el artículo, una vez que todos son sabedores de que Sarkozy se quedará a las puertas del Elíseo la campaña de la UMP persigue otro objetivo bien distinto.
Uno de los datos que se apuntan en el artículo es que esta es la primera campaña electoral en la que la DCRI no ha ofrecido ninguna valoración sobre la misma. El autor comenta que durante otras elecciones y sobre todo durante la campaña electoral del referéndum sobre la Constitución Europea desde la Servicios de Información del Estado se realizó una filtración a la prensa -evidentemente sin querer- advirtiendo de que era muy probable que ganara el 'no' e informando de las consecuencias que tendría ese resultado, con el objetivo de influenciar al electorado francés en favor del 'sí'. Al final sirvió de poco y efectivamente el 'no' venció. La DCRI ha continuado haciendo su trabajo hasta ahora pero entonces ¿por qué no se conoce nada sobre sus análisis a cerca de estas elecciones? Aquí la explicación:
"estas valoraciones contradicen tanto a los sondeos oficiales realizados por los institutos que pertenecen a los grandes grupos industriales políticamente próximos al gobierno actual, que el gobierno, la oposición socialista y los medios de comunicación prefieren ocultarlos tras un muro de silencio."
El artículo continua apuntando en una línea determinada y muestra varios ejemplos de cómo Sarkozy y Hollande han realizado algunas declaraciones 'sorprendentes' o aparentemente fuera de lugar que evidencian que "siguen el camino que marca Mélenchon".
Existe un hecho del que todos hemos sido conscientes: la gran afluencia a los mítines al aire libre del Frente de Izquierda. La razón de estos mítines, según el propio FG, es que resultan mucho más baratos de organizar ya que el FG dispone de pocos recursos para la campaña electoral y no puede permitirse alquilar salas de gran capacidad, como es el caso del PS o la UMP. El autor del artículo vuelve a lanzar otra pregunta: ¿Qué motivó entonces a Hollande y Sarkozy a hacer lo mismo que Mélenchon? La respuesta viene de la misma DCRI quien en uno de sus últimos análisis recoge lo siguiente:
Las concentraciones del FG tienen un fuerte impacto en la opinión pública. Cada vez más compatriotas se preguntan que si tanta gente sigue a Mélenchon es que lleva algo de razón. Resultado: los ciudadanos se informan, leen su programa, visitan su blog, ven sus intervenciones en televisión, y si bien no logra el apoyo de todos, una parte importante se une a sus propósitos. El resultado es que la dinámica de Mélenchon se ve multiplicada y se ha convertido en imposible de minimizar. Hasta el punto que no es del todo descabellado que Sarkozy sea eliminado en la primera vuelta, dejando un segunda vuelta que enfrentaría a Hollande y Mélenchon.
El constante avance de Mélenchon se vería confirmado por la DCRI y habría empujado a las direcciones del Partido Socialista y a la UMP a cambiar su estrategia y hacer un frente común contra Mélenchon, por ejemplo organizando ambos partidos un gran mitin al aire libre en París un día después del mitin del Frente de Izquierda en Marsella, a una semana de la primera vuelta. Decisión que se tomó improvisadamente a principios del mes de abril tras la publicación del análisis de la DCRI de marzo, según el artículo.
No queda ahí la cosa. Si atendemos a los sondeos oficiales Jean-Luc Mélenchon alcanzó la barrera simbólica del 10% en el mes de febrero, sin embargo el artículo recoge que la cifra real oscilaba entre el 13% y el 17%. Atendiendo a las supuestas estimaciones de la DCRI que se recogen, la intención de voto a principios de abril colocaba en cabeza a François Hollande con un 23%-29% seguido de Nicolas Sarkozy con un 20%-25% y de Jean-Luc Mélenchon con un 19%-24%, con lo que habría posibilidad matemática de que Mélenchon se convirtiera en el candidato más votado en la primera vuelta. Todo un terremoto político muy diferente a lo que vaticinan los sondeos oficiales.
Según parece el bipartidismo francés tiene miedo y está jugando sus cartas para tratar de bloquear al único candidato que hoy por hoy representa un serio problema: Jean-Luc Mélenchon. El hecho de hacer un supuesto frente común con la UMP explicaría la extraña actitud que mantiene el PS respecto al FG y su negativa constante a cualquier acercamiento a ellos así como la negativa a presentar candidatos comunes en las legislativas en aquellas circunscripciones donde existe el peligro de que la extrema derecha consiga representación.
Así pues, desde la DCRI se estaría tratando de ocultar una realidad política en alza, el movimiento ciudadano en torno a Jean-Luc Mélenchon y el Frente de Izquierda. Suena demasiado a gran conspiración y el mismo autor del artículo afirma que es consciente de que lo que dice puede parecer un desvarío y que no puede concretar sus fuentes. Aún así ¿es descabellado lo que sugiere? ¿Se trata de simples conjeturas sin ninguna base? ¿Es posible una segunda vuelta entre Hollande y Mélenchon? Lo único seguro es que la dinámica y la capacidad de movilización del Frente de Izquierda están ahí y todos somos testigos. Además como hemos visto en Andalucía las encuestas a veces se equivocan, todas. De cualquier forma, el domingo saldremos de dudas.