Sobra recordar la importancia del sector turístico para una ciudad como El Puerto de Santa María, que ha ido perdiendo atractivo progresivamente y cuenta con un tejido industrial cada vez menor. Sin embargo el equipo de gobierno formado por el Partido Popilar y el Partido Andalucista parece haberse propuesto encadenar un despropósito tras de otro en este sector.
Vivimos un contexto económico estatal poco propicio para el turismo que afrontaremos desde El Puerto sin el Vaporcito, sin establecimientos importantes como el Hotel Monasterio o el Hotel Duques de Medinaceli, sin banderas azules en las playas -por voluntad del equipo de gobierno que decidió no presentar la solicitud para evitar la vergüenza de que fueran rechazadas a causa de los recortes en el servicio de limpieza de playas etc-, con la puesta en marcha de la zona naranja en Valdelagrana aprobada deprisa y corriendo contra la opinión de vecinos y comerciantes de la zona y sin un plan estratégico que permita la ciudad ser un referente turístico durante todo el año.
La última prueba de la nefasta gestión en materia turística es la ausencia de servicio de vigilancia y socorrismo en las playas de El Puerto. Estamos a mediados de julio y las tareas se cubre mediante contratos semanales con una empresa que no dispone de los medios necesarios para cubrir el servicio en su totalidad. Parquímetros sí, socorristas no. Así somos.
Aún queda mucho para que el verano acabe pero a la concejala de turismo y al equipo de gobierno se les va a hacer muy difícil realizar un balance positivo del mismo. Tendrán que echarle mucha imaginación. Mientras, esperemos que todas estas decisiones no afecten negativamente a la economía local.