Los resultados del Frente de Izquierda en las legislativas del domingo no fueron los esperados. El 6,9% de votos, a pesar de suponer un avance con respecto al resultado del PCF en 2007, se queda lejos del 11,1% logrado por Jean-Luc Mélenchon en las presidenciales y pone en serio peligro la creación de un grupo parlamentario en la próxima asamblea.
En la Asamblea saliente, el Frente de Izquierda cuenta con 21 diputados, 13 pertenecientes al PCF, 2 del Partido de Izquierda, 3 de la FASE (ecologistas) y otros dos diputados de ultramar. Pero a pesar de la progresión en porcentaje de voto muchos de los candidatos del FG han llegado en segunda posición de la izquierda en circunscripciones que se consideraban ganables. El caso más conocido ha sido la eliminación de Jean-Luc Mélenchon en la 11ª circunscripción de Pas-de-Calais.
La posibilidad de perder el grupo parlamentario es real ya que para componer un grupo se necesitan, al menos, 15 diputados. Según estimaciones de los institutos de opinión y del propio PCF, el Frente de Izquierda verá disminuir con toda seguridad el número de diputados en la nueva Asamblea Nacional. Esas estimaciones otorgan a las fuerzas que componen el Frente una horquilla de entre 12 y 18 representantes. Primer problema.
El segundo problema afecta uno de los componentes principales y cofundador del FG: el Partido de Izquierda, de Jean-Luc Mélenchon. A la derrota de Mélenchon se une la eliminación de prácticamente todos los candidatos del partido en la primera vuelta. Como ejemplo, Martine Billard, copresidenta del PG y diputada desde 2002, también ha sido eliminada. Según los cálculos, el Partido de Izquierda tendrá un solo representante en la nueva Asamblea Nacional, muy por debajo de lo esperado. Esto se debe al acuerdo alcanzado con el PCF mediante el cual los comunistas aceptaban la candidatura de Mélenchon a cambio de un mayor número de candidatos en las legislativas. El PG aceptó pensando que el empuje de Mélenchon y la implantación del partido tras tres años de existencia sería suficiente para aumentar sus representantes en la Asamblea. Algo que no va a ser así.
Sin embargo, en el PCF tampoco están para tirar cohetes. La formación verá disminuir sus representantes en una Asamblea con clara mayoría de las fuerzas de izquierda. Muchos de los diputados del PCF han sido superados en sus circunscripciones por los candidatos del PS (lo que supone su retirada en virtud de la "disciplina republicana" de la izquierda). Este es el caso de varias zonas en Seine-Saint-Denis y Seine-Maritime, dos departamentos donde el PCF obtiene tradicionalmente buenos resultados.
El Frente de Izquierda se enfrenta a su primer gran contratiempo desde su creación en 2009. La relación de fuerzas dentro de la coalición será claramente favorable para el PCF. Según los cálculos la práctica totalidad de diputados del FG en la próxima Asamblea Nacional serán comunistas, con lo que el grupo parlamentario, de conseguirse, perderá pluralidad. A pesar del grado de coincidencia programática entre las fuerzas principales del FG, las estrategias del PCF y el PG no son idénticas, sobre todo en lo que se refiere a la relación con el futuro gobierno del PS. El debilitamiento parlamentario y la probable mayoría socialista en la cámara no ayudará a fijar una postura común. El FG tendrá muy difícil influir en el PS ya que tendrán menos peso parlamentario, por ejemplo, que EELV que deberían colocar entre 16 y 18 diputados gracias al acuerdo programático con el PS.
Pero no todo son diputados, porcentajes de voto etc. El empuje del Frente de Izquierda en las presidenciales ha mostrado la existencia de una fuerte sensibilidad a la izquierda del PS que ha logrado calar en parte de la sociedad francesa, sobre todo en el mundo asociativo y sindical. Además, el FG ha mostrado tener una capacidad de movilización muy por encima del resto de partidos, por lo que el PS harían mal en menospreciar a esta formación.