Publicado en Mundo Obrero
La política francesa va de sobresalto en sobresalto, y tras el terremoto que supusieron las elecciones al Parlamento Europeo vino el turno de las legislativas anticipadas. Después de una primera vuelta en la que el Rassemblement National fue claro vencedor, el partido de Marine Le Pen tenía el viento a favor. La mayoría de los sondeos auguraban una mayoría absoluta más que posible y la extrema derecha francesa casi tocaba el poder con la punta de los dedos. Sin embargo, el Frente Republicano funcionó, la izquierda francesa ganó las elecciones y las fuerzas democráticas evitaron la mayoría absoluta de la Agrupación Nacional en una segunda vuelta que volvió a marcar otro récord de participación. El 66,63% de la ciudadanía acudió a las urnas, 20 puntos más que en las legislativas de 2022, unos resultados nunca antes vistos desde 1981 que reflejan la enorme movilización ciudadana ante el peligro de ver a la extrema derecha acceder al gobierno por primera vez desde la II Guerra Mundial.
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