Publicado en Viva El Puerto
El pasado 4 de mayo se celebró en la Plaza de Toros de El Puerto una Jura de Bandera de Personal Civil, “un importante día que pasará a la historia de la ciudad de los cien palacios” y la ocasión para que nuestro Alcalde y su equipo de gobierno pudiesen rendir tributo a la enseña nacional. Sin embargo, la bandera no fue lo suficientemente grande como para ocultar a los ojos de toda la ciudadanía el enorme pinchazo que ha supuesto este acto, a pesar de los abundantes medios que Beardo ha destinado al mismo: cinco noticias en la web municipal, más de una docena de post en redes sociales repartidos entre su cuenta de Facebook y las redes municipales, recursos administrativos de las empresas municipales o de la Oficina de Atención a la Ciudadanía para gestionar las inscripciones, y un contrato para la organización del evento con un coste de más de 18.000 euros. Todo para que pudiesen mostrar “su compromiso, orgullo y lealtad con la Defensa de España” apenas 500 personas, muchas menos si descontamos al gobierno del Partido Popular y cargos de confianza, sus familiares y amistades.
No obstante, para muchas personas entre las que me incluyo la patria no es un trapo rojigualda, un ejército desfilando, unos centenares de miles de kilómetros cuadrados o un pasado mitificado al que acudir en busca de inspiración u orgullo. La patria la forman las personas que viven y trabajan en ella, en nuestra ciudad o en nuestro barrio y no hay mejor formar de ser patriota que gobernar las instituciones para que puedan recibir una educación de calidad en la escuela pública, que puedan ir al médico si se ponen enfermos sin tener que esperar semanas para una cita o meses (incluso años) para una intervención quirúrgica, que tengan un techo y un trabajo para cubrir sus necesidades básicas, que no tengan miedo por pasear de noche o salir de fiesta dependiendo de su género, orientación sexual o color de piel, que cuando sean mayores reciban unas pensiones y unos cuidados dignos... Eso es hacer patria.
Quizás el Partido Popular debería centrarse más en tener listo el presupuesto de 2024, sacar adelante los contratos de los servicios que llevan años en precario, atender las demandas vecinales o trabajar para no devolver miles de euros de fondos europeos. Hay más patriotismo en una barriada limpia, con sus plazas, calles y pistas deportivas en condiciones y llenas de vida que en besar una bandera. Pero dudo mucho que hayan aprendido la lección.