Artículo publicado en Viva El Puerto
El pasado viernes 14 de abril dimos a conocer la candidatura con la que Izquierda Unida se presentará a las elecciones municipales del próximo mes de mayo. El día elegido —el 92º aniversario de la proclamación de la II República Española— no es casual. Tampoco el lugar, el Monasterio de la Victoria-Penal de El Puerto, lugar de memoria histórica.
Las próximas elecciones van a ser cruciales porque tendremos una oportunidad para avanzar hacia una ciudad mejor. Para ello, Izquierda Unida contará con un equipo conformado por mujeres y hombres que provienen de colectivos sociales, asociaciones, sindicatos de clase o movimientos en defensa de los servicios públicos donde han demostrado su preparación, capacidad de trabajo y compromiso con nuestra ciudad. Personas diferentes, pero con una misma ilusión y un mismo objetivo: hacer de El Puerto la ciudad que nos merecemos.
Hemos de ser conscientes del momento. La continuidad en la alcaldía de Germán Beardo es un peligro para el Ayuntamiento y para la política municipal concebida como servicio a la ciudadanía, porque en estos cuatro años Beardo ha convertido la alcaldía un club privado al servicio suyo y sus colegas, desde cargos de confianza a asesores, amigos y conocidos. Ha destruido los servicios públicos o acabado con la participación ciudadana.
El sillón de alcaldía sobre el que se sienta Beardo tiene tres patas: Rafael Serrano, su Community Manager y Gerente de El Puerto Global; Antonio Caraballo, que poca presentación necesita; y David Calleja, a quien Beardo ha decidido fiar todo su futuro, darle rienda suelta y no ponerle límites a su forma de actuar, que le ha ocasionado varías polémicas estos días.
Por supuesto, no justifico los ataques que está sufriendo por su condición personal o sexual, pero como concejal está sometido al juicio y a la crítica de sus acciones políticas, que en buena medida representan la muerte del municipalismo. No existe el cargo público, sino el personaje. No existe la propuesta sino el regalo. No existe el acuerdo, sino la foto. No existe la política, sino el show. Es más, de momento el programa electoral de Beardo se reduce a pulseras, libros de colorear y clips de Calleja.
La política municipal debe ser otra cosa. Quedan pocos días para el domingo 28 de mayo y mientras tanto en Izquierda Unida vamos a seguir explicando nuestras propuestas de gobierno con ilusión y ganas, porque estamos convencidos y convencidas de que nuestra ciudad necesita un cambio y seremos parte importante de él.