La maquinaria estadounidense y aliada ya se ha puesto en marcha con vistas a una posible intervención militar en Siria. Las declaraciones de la administración Obama se suceden culpando al gobierno sirio de usar armas químicas contra la población civil, un casus belli que recuerda mucho a las inexistentes armas de destrucción masiva con las que el trío de las Azores trató de convencer al mundo para justificar la invasión de Irak en 2003.
Poco importa que los rebeldes sirios (que ni son rebeldes ni son sirios) hayan reconocido tener un arsenal de armas químicas o que la jefa de los investigadores de la ONU haya culpado a los 'rebeldes' de los ataques químicos. La intervención parece estar ya decidida.
Entre los paralelismo con la guerra de Irak habrá uno que no va a cumplirse: el papel del PSOE. En 2003 el PSOE encabezó la oposición mediática a la guerra de Irak para desgastar al gobierno de José María Aznar a un año vista de las elecciones generales de 2004. Ahora no hay elecciones a la vista y los socialistas ya han tomado postura: sí a la guerra, aunque sea sin el aval de la OTAN.
Quizás esta noticia pueda sorprender a alguien que todavía tenga recuerdos de las manifestaciones contra la guerra de Irak sin saber que, por aquel entonces, estábamos ante la excepción que confirmaba la regla del apoyo del PSOE a todas las intervenciones militares desde el famoso 'OTAN de entrada NO'.
El cuadro que acompaña a este artículo recoge la postura del PSOE ante los principales conflictos que se han dado en los últimos años. En este caso, y una vez más, la postura del partido de Rubalcaba difiere de las organizaciones de la izquierda política: Izquierda Unida, el PCE o la UJCE ya se han manifestado en contra de esta nueva agresión imperialista.