El Movimiento de Jóvenes Comunistas de Francia, la organización juvenil del PCF, ha emitido un comunicado donde recoge su postura sobre los últimos acontecimientos en Mali que han llevado a la intervención del ejército francés.
En dicho comunicado, el MJCF achaca la actual situación en Mali a la actuación de las grandes potencias, incluida Francia, y señalan tres causas principales: "Primero Mali y los países de su entorno están sufriendo las consecuencias de años de políticas liberales del FMI" que han supuesto el "hundimiento de los estados centrales" permitiendo "el desarrollo del terrorismo". En segundo lugar, el trazado de las fronteras de los países de la región "heredadas de la colonización y que no reflejan para nada los equilibrios tradicionales de estos países" que han provocado "verdaderas guerras civiles e inestabilidad política". Y por último "la reciente intervención en Libia ha transformado la región en un verdadero arsenal a cielo abierto, permitiendo a grupos radicales hacerse con armamento pesado. Así, más allá de Mali todos los países de la región están sufriendo los daños colaterales de la intervención en Libia".
La Juventud Comunista francesa deja claro cuáles son los verdaderos motivos de esta guerra: oro, petróleo, uranio y litio: "los yacimientos son explotados mayoritariamente por empresas francesas y particularmente por Total y Areva. Además, estos recursos se encuentran situados en las zonas actualmente bajo control de los islamistas y los tuaregs".
El MJCF cree que "lo necesario es transformar el país en profundidad, permitiéndole alcanzar la prosperidad económica y la justicia social" ya que "solo el desarrollo y un reparto justo de la riqueza permitirá a Mali salir de la crisis, no una intervención militar exterior, porque el islamismo, como cualquier oscurantismo sea o no religioso, nace de la miseria y de la explotación".