La visita del Rey a El Puerto y el recibimiento republicano está dando para mucho. En mi nuevo artículo para Hablando República, titulado 'Al Rey le crecen los republicanos', hago una pequeña reflexión sobre la monarquía y el avance de las ideas republicanas en los últimos años. El artículo lo encontrareis a continuación y también en este enlace.
El pasado sábado 11 de agosto Juan Carlos I realizaba una visita real a El Puerto de Santa María (Cádiz) para acudir a una corrida de toros que formaba parte de los actos de celebración del Bicentenario de la Constitución de 1812. Su majestad fue recibida por los representantes institucionales de la ciudad y por un grupo de personas que saludaron al monarca al grito de “España mañana será republicana” agitando banderas tricolores.
No deja de ser un acto simbólico contra la visita del monarca pero que esconde algo más. Desde hace unos años se ha convertido en una tónica habitual que los miembros de la Casa Real sean recibidos con la bandera de la República en cada ciudad que visitan. La familia real está asediada por los problemas familiares, por los escándalos de corrupción de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín o por la cada vez más evidente sospecha de los negocios turbios que giran en torno a la monarquía española. Incluso la figura del Rey, intocable hace sólo unos meses, ha perdido su aura de respetabilidad cuando se ha arrojado algo de transparencia sobre sus ‘gestiones’: safaris en África para matar elefantes, viajes privados a las dictaduras del golfo, etc.
La situación económica tampoco ayuda a mantener la imagen simpática del rey y su familia. Mientras los recortes que se aplican a la Casa Real son irrisorios la ciudadanía está sufriendo los mayores recortes de la historia y está viendo cómo el Estado de bienestar se esfuma a golpe de decreto junto con los derechos que se habían ganado mediante la lucha muchos años atrás. Todo con el apoyo de la monarquía.
El 15m y toda la agitación social que ha provocado ha supuesto también un importante impulso al movimiento republicano, no en el plano organizativo sino en la aceptación de la República como una forma de gobierno viable. A pesar de todas sus contradicciones, posicionamientos confusos en algunas cuestiones y de elementos extraños que orbitan en torno a él, este movimiento ha hecho avanzar la conciencia republicana de muchas personas: si pedimos una ley electoral justa, más participación de la ciudadanía en la toma de decisiones y una democracia real ¿por qué seguir cargando con un jefe del estado no elegido democráticamente?
Escándalos, corrupción, toma de conciencia, la crisis económica... son factores que están contribuyendo a expandir las ideas republicanas. Al Rey le crecen los republicanos, el régimen del 78 está en crisis de manera evidente y debemos empezar a construir una alternativa seria, social, democrática y republicana capaz de dar solución a los problemas de la ciudadanía del estado.