Con este artículo empiezo a colaborar con Hablando República, un blog que os recomiendo sin ninguna duda si aún no lo conocéis, donde a partir de ahora publicaré, espero, con cierta regularidad. El post se titula 'Justicia española solo para unos' y como siempre podéis leerlo a continuación o pinchando en este enlace.
Para muchos eso de la memoria histórica no son más que ganas de reabrir viejas heridas. Seguramente muchas de esas personas, que también hablan de "revanchismo guerracivilista", no tendrán ningún familiar enterrado en una fosa o desaparecido desde hace años simplemente por defender al gobierno legítimo del estado, pertenecer a un sindicato, etc.
Coincide también que la mayoría de esas personas son orgullosos defensores de nuestra transición política, un ejemplo para el mundo de cómo pasar página, sin vencedores ni vencidos etc. Pero existe un pequeño detalle en esto último: en nuestro país los vencedores mueren tranquilamente en sus camas y son reconocidos como padres de la democracia mientras que muchos vencidos todavía duermen en cunetas. Y la situación no va a cambiar.
Hace algunos meses el único juez que se decidió a meter mano a la dictadura franquista fue apartado de la justicia, y el Tribunal Supremo lanzó de paso un mensaje al resto de compañeros/as: el franquismo no se toca. Cada vez perece más cierto aquello que dijo Franco: "lo dejo todo atado y bien atado" gracias a una transición que se refleja perfectamente en nuestros símbolos nacionales: nuestra bandera es la misma que la de la dictadura pero sin el águila fascista, nuestro himno es el mismo que el de la dictadura pero sin letra y a nuestro jefe de Estado lo puso ahí un dictador y no los españoles.
Esta situación es muy diferente a la de otros países. El mejor ejemplo lo tenemos en Argentina donde hace unos días Rafael Videla ha sido condenado a prisión por el robo de bebés durante la dictadura. Videla gobernó Argentina de 1976 a 1981 tras un golpe de Estado que derrocó al gobierno argentino, por aquel entonces la única democracia del cono sur. Hace un par de años, en 2010, también fue condenado por crímenes de lesa humanidad. Además la justicia argentina recogió el testigo del juez Garzón y comenzó el año pasado su investigación sobre los crímenes cometidos en España desde 1936 a 1975 a raíz de la causa iniciada por familiares de víctimas del franquismo residentes en Argentina, alegando el principio de justicia universal que permite juzgar delitos contra la humanidad cometidos en cualquier parte del mundo.
Todo esto prueba que la justicia española aún no ha hecho la transición. El sistema judicial del Estado están dominado por un pequeño reducto de jueces conservadores con reminiscencias de dictadura que han privado a muchos familiares de víctimas de la dictadura de la justicia merecida.
De este modo, y entre otras muchas cosas, España seguirá siendo por mucho tiempo el país con más muertos en fosas comunes después de Camboya, pero incluso allí investigan sus crímenes mientras aquí se corre el velo de la vergüenza.