Seguramente muchos conozcáis ya esta historia y la hayáis visto en más de una web o blog y en algún perfil de alguno de vuestras amigas/os en las redes sociales. Aun así he decidido publicar esta entrada para que quede constancia de ella en este pequeño espacio como un simple y modesto homenaje hacia el protagonista. Tenía 77 años, era farmacéutico jubilado, estaba casado y era padre de una hija. A simple, vista un griego como cualquier otro, sufridor anónimo de los nueve planes de ajuste exigidos a Grecia por el FMI, el BCE, Alemania etc. Hasta que en el día de ayer esta persona no aguantó más, no soportaba más la situación por la que estaba pasando y decidió quitarse la vida de un tiro en la cabeza en la Plaza Syntagma, en frente del Parlamento de Grecia a plena luz del día. Se llamaba Dimitris Christoulas y dejó este mensaje:
“El Gobierno de Tsolakoglou ha aniquilado toda posibilidad de supervivencia para mí, que se basaba en una pensión muy digna que yo había pagado por mi cuenta sin ninguna ayuda del Estado durante 35 años. Y dado que mi avanzada edad no me permite reaccionar de otra forma (aunque si un compatriota griego cogiera un kalashnikov, yo le apoyaría), no veo otra solución que poner fin a mi vida de esta forma digna para no tener que terminar hurgando en los contenedores de basura para poder subsistir. Creo que los jóvenes sin futuro cogerán algún días las armas y colgarán a los traidores de este país en la plaza Syntagma, como los italianos hicieron con Mussolini en 1945″
Dimitris Christoulas no es un caso aislado. En los últimos años Grecia ha pasado de ser el país con menor índice de suicidios de Europa al lado opuesto, aumentando un 40% desde el estallido de la crisis. Son las consecuencias de las políticas neoliberales llevadas al extremo máximo, que han convertido a Grecia en un protectorado alemán, sin soberanía nacional, con un gobierno no elegido por los griegos/as y con personas como Dimitris que prefieren morir antes que llevar una vida de miseria en un país donde es más importante la deuda con la banca privada que el bienestar de las personas. Sirva este post, al menos, como un modesto recuerdo.
La hija de Dimitris Christoulas ha escrito una carta pública en respuesta a la nota de suicidio que dejó su padre. Podéis encontrarla en inglés aquí o leer una transcripción al castellano a continuación:
La nota manuscrita de mi padre no deja lugar a dudas. Él fue un activista de izquierdas durante toda su vida, un visionario desinteresado.Este acto específico de su propio final es un acto político consciente, totalmente coherente con sus creencias y acciones durante su vida. En nuestro país, Grecia, están matando lo evidente.
Para algunos, para “los hijos rebeldes de la quimera”, en esta situación, el suicidio parece ser el acto obvio, no como una salida, sino como un grito despertando.
Por esta razón, esto (el suicidio) toma otro significado, el significado de aquella primera canción que cantamos juntos, en el concierto de nuestro querido Mikis (Theodorakis), en 1975, la canción que siempre cantamos en nuestras propias celebraciones y para nuestra propia muerte… Ve a dormir padre me estoy dirigiendo a mis hermanos y hermanas con tu voz.
Esta es la única cosa que soñaste para la juventud y creo que lo has conseguido. En el sitio en el que caiste hay una nota de un joven: “El nombre del muerto hoy es Democracia… Pero hay 11 millones que seguimos vivos y nuestro nombre es Resistencia”