"En 1833 una minoría liberal, deslumbrada por las ideas de la Revolución Francesa, consigue el control del ejército y la administración en España. Al morir el rey Fernando VII se consuma la usurpación y el heredero legítimo, Carlos V, encabeza la sublevación popular.
El pueblo español se negaba a aceptar por las buenas la imposición injusta de medidas revolucionarias y extranjeras. El carlismo, como movimiento político tradicionalista, aglutinó a quienes sí veían necesaria una renovación, pero sin romper con la Tradición de las Españas".
El pueblo español se negaba a aceptar por las buenas la imposición injusta de medidas revolucionarias y extranjeras. El carlismo, como movimiento político tradicionalista, aglutinó a quienes sí veían necesaria una renovación, pero sin romper con la Tradición de las Españas".
Así comienza la presentación oficial de la CTC al mundo. La CTC, Comunión Tradicionalista Carlista, es un partido político nacido en 1986 -se entiende que después de Cristo- de la fusión de la Comunión Carlista con otros grupos carlistas de las Españas que no aceptaban la evolución ideológica del Partido Carlista hacía las posiciones de izquierda.
El carlismo, ese movimiento que ha sabido sintetizar en un lema un estilo de vida "Dios, Patria, Fuero, Rey" y respetando sus símbolo históricos (como no podía ser menos) la cruz de San Andrés, la oriamendi y la boina roja que, se afanan en matizar los carlistas, nada tiene que ver con la del Presidente de Venezuela.
La CTC se presentó a las elecciones al Parlamento Europeo de 1994 y obtuvo el apoyo de 5.226 españoles de verdad, de los de toda la vida y 0,03% del total de votos. En las elecciones generales de 2004 los carlista decidieron llevar la voz de la tradición de la nación española, pura y casta a las cortes. Contaron con cerca de 25.00 votos.
Cuatro años más tarde lo volvieron a intentar, pues el tiempo pasa y el mundo evoluciona a velocidad de vértigo, pero no para los carlistas. En las generales de 2008 la Comunión Tradicionalista Carlista se presentó al Senado obteniendo 45.000 votos por otros 200 votos para el Congreso.
La CTC se merece con creces ser el primer partido de derechas que se gana un espacio dentro de esta sección de Partido Políticos, entre tras cosas por cosas como estas, que podemos encontrar en la sección "Por qué soy Carlista" en su página web:
Objeciones sobre la antigüedad o ineficacia del carlismo:
Objeciones sobre la antigüedad o ineficacia del carlismo:
El carlismo va contra el mundo moderno.
El mundo moderno va contra la monarquía tradicional, contra la concepción cristiana de persona y de familia, contra la utilización racional, ecológica y sostenible de los recursos naturales, contra la estabilidad psicológica de la gente, contra la inocencia de los niños, contra la feminidad de las mujeres, contra la virilidad de los hombres, contra la espiritualidad y la religión, contra la moralidad y el buen gusto de las costumbres, contra el respeto que se merecen los mayores, contra las entidades sociales anteriores a los estados-nación, contra las ballenas y la diversidad biológica... también va contra el carlismo.
Este último párrafo lo dice todo y lo explica todo. Como dicen por ahí: "Siempre habrá gente para todo"...