La izquierda francesa se une en busca de una mayoría en la Asamblea Nacional que haga contrapeso a Macron
Artículo publicado al completo en la edición papel de Mundo Obrero
En el calendario de las fuerzas de la izquierda francesa había una fecha marcada en rojo: el 3 de mayo, el aniversario de la victoria del Frente Popular en las elecciones legislativas de 1936. 86 años después el acuerdo de coalición entre La Francia Insumisa, Los Verdes, el Partido Comunista y el Partido Socialista da forma a la Nueva Unión Popular Ecologista y Social con la que buscarán una victoria en las elecciones legislativas de junio que ponga fin a las políticas neoliberales de las últimas décadas e imponga una cohabitación a Emmanuel Macron.
El camino no ha sido fácil. Los movimientos en el seno de la izquierda francesa no han parado. Minutos después de conocerse los resultados de las elecciones presidenciales y la victoria de Macron para un segundo mandato, los llamamientos a la unidad fueron prácticamente unánimes. En el centro del tablero, Jean-Luc Mélenchon. Con un resultado meritorio pero insuficiente para evitar que la izquierda se quedase fuera de la segunda vuelta por segunda vez consecutiva, el candidato de La Francia Insumisa (LFI) fijó la vista en la próxima cita electoral: las legislativas de junio. Una ‘tercera vuelta’ que, a juzgar por las encuestas, presenta un escenario muy abierto e igualado entre los tres bloques políticos surgidos tras las presidenciales: el espacio de la izquierda liderada por Mélenchon entorno a LFI, el bloque presidencialista de La République en marcha (LREM) de Emmanuel Macron, y el bloque conservador encabezado por la extrema derecha del Rassamblement National (RN) de Marine Le Pen.
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