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Algunos apuntes para comprender la guerra de Mali

El pasado viernes 11 de enero Francia entró en guerra en Mali. Desde entonces Mali se ha convertido en tema de actualidad, presente en televisiones, periódicos, webs, etc.

A veces, ante tanta información, se hace necesario tomar un tiempo para ver las cosas con más calma, mirar más allá de la lectura que hacen los principales medios de información y acudir a la raíz del asunto. Este post pretende ser un pequeño resumen, una aproximación sin grandes pretensiones a Mali y al conflicto que ha provocado la intervención militar francesa, dando respuesta algunas de las preguntas más repetidas estos días.

La guerra de Mali avanza rápido pero estás líneas puedan servir para comprender mejor lo que está pasando en ese país no tan lejano y los intereses que en torno a él se mueven.

¿Qué sabemos de Mali?

Mali es un estado de África Occidental, tiene una extensión territorial de 1.240.000 kilómetros cuadrados (dos veces y medio el tamaño de España) con una población aproximada de doce millones de personas. Aproximadamente el 90% la población de Mali profesa la fe musulmana, siendo la mayor parte de estos suníes, aunque también existen núcleos cristianos y animistas. Su capital es Bamako, situada al sur del país.

Mali fue uno de los grandes imperios del occidente africano. En el siglo XIX el actual territorio de Mali fue colonizado por Francia, pasando a formar parte del Sudán Francés y más tarde del África Occidental francesa hasta 1959 cuando el país alcanzó la independencia.

Mali está dividido en dos regiones geográficas diferencias: el sur, donde vive la mayor parte de la población, cercano a los ríos Níger y Senegal, y el norte, que forma parte de la zona sur del desierto del Sahara y del Sahel.

A pesar de su riqueza en recursos naturales (oro, petróleo y uranio) Mali está considerado uno de los países más pobres del mundo donde la mitad de la población vive por debajo del umbral de pobreza y casi un 60% no tiene acceso a agua potable.

¿Qué está pasando allí?

Desde su independencia Mali ha pasado por diferentes etapas de inestabilidad política salpicadas por golpes de estado, gobiernos de transición y etapas de reformas. En los últimos años las tensiones territoriales con las tribus Tuareg del norte fueron en aumento y tras la rebelión tuareg de 2012 las fuerzas armadas protagonizaron un violento golpe de estado contra el presidente Amadou Toumani Touré. Sin embargo Touré mantuvo la presidencia apoyado por militares leales y la guardia presidencial.

Aprovechando el vacío de poder, los tuareg se hicieron con el control de las principales ciudades del norte del país y declararon la independencia del Azawad en abril de 2012. Más tarde, el Movimiento para la Liberación del Azawad acordó con el grupo islamista Ansar Dine la creación de un estado islámico en el norte de Mali.

Pronto surgieron divergencias entre el MNLA y Ansar Dine que desembocaron en un enfrentamiento directo entre ambos grupos. Finalmente Ansar Dine, con la ayuda del Movimiento para la Unicidad y la Yihad en África Occidental, arrebató a los tuareg el control de las ciudades del norte de Mali en agosto de 2012.

La situación fue empeorando durante los meses siguientes. A principios de este mes de enero, los grupos yihadistas atravesaron la línea imaginaria que separa la zona norte del sur del país quedándose a sólo 400 kilómetros de Bamako. Ante el avance de las tropas islamistas, el presidente interino de Mali, Dioncounda Traoré, pidió la intervención de Francia en el conflicto. Ello empujó a François Hollande a tomar unilateralmente la decisión de intervenir militarmente en el país africano, operación lanzada el viernes 11 de enero.

Imagen tomada de El País

¿Quiénes son los rebeldes?

Como se ha descrito más arriba, los grupos rebeldes no son homogéneos y están compuestos principalmente por organizaciones tuaregs e islamistas. Muchos de estos combatientes participaron en la Guerra de Libia junto a las tropas de Gaddafi frente a los rebeldes libios apoyados por Francia y occidente. Tras regresar del conflicto libio iniciaron la rebelión en el norte de Mali y lograron expulsar al débil ejército maliense gracias al equipamiento militar y a la gran cantidad de armamento pesado que poseían, procedente del ex-ejército libio.

En total son cuatro las organizaciones presentes en el norte de Mali:

Por un lado se encuentra el Movimiento Nacional para la Liberación del Azawad. Se trata de una organización político-militar que aglutina a los rebeldes tuareg que protagonizaron la rebelión de 2012 y  que reivindica la independencia de la zona norte de Mali. En el pasado otros grupos anteriores protagonizaron varias revueltas en 1990 y entre 2006 y 2009.

El segundo gran grupo es Ansar Dine, de origen mayoritariamente tuareg, comenzó su actividad en marzo de 2012 y es el principal grupo fundamentalista islámico presente en el norte de Mali. La principal diferencia con el MNLA es que Ansar Dine busca por encima de todo establecer un estado teocrático regido por la sharia en todo el territorio de Mali.

Dentro del 'bando islamista' se encuentra Al-qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) era conocida hasta 2007 como Grupo Salafista para la Predicación y el Combate hasta que, a partir de 2008, estrecha lazos con Al-qaeda. De origen argelino, extiende su influencia por el Sahel y está presente en prácticamente todos los países de la zona (Mauritania, Mali, Niger, Argelia, etc).

Por último, el Movimiento para la Unicidad y la Yihad en África del Oeste. Este grupo nace tras una escisión de AQMI a mediados de 2011 con el objetivo de llevar la yihad del Magreb a África del Oeste, aunque sus acciones se han limitado a Argelia y Mali. Durante la rebelión de 2012 lograron hacerse con el control de la ciudad de Gao.

¿Por qué interviene Francia?

Oficialmente la intervención francesa responde a la petición de ayuda del gobierno interino maliense tras la ofensiva yihadista hacia el sur de Mali que amenazaba con llegar a la capital y derrocar al gobierno. Tras esto, François Hollande dio luz verde a la operación "Serval" iniciando los bombardeos en el norte de Mali. La intervención francesa comenzó el 11 de enero con tres objetivos claros: detener el avance de las tropas yihadistas hacia el sur, proteger Bamako y ayudar al gobierno de Mali a conservar su integridad territorial.

Además, Francia alega actuar bajo el paraguas de la ONU gracias a una resolución aprobada por el Consejo de Seguridad el pasado mes de octubre. Dicha resolución pedía una intervención militar en el norte de Mali e instaba a un despliegue de tropas africanas que ya se está llevando a cabo: un pequeño contingente de soldados de la CEDEAO (Comunidad Económica de Estados del África Occidental) principalmente tropas de Nigeria, Senegal, Niger y Togo ya se encuentra en territorio maliense. En total se espera el envío de 2.900 soldados.

En principio, la voluntad francesa es retirarse tras cumplir con los objetivos de la operación Serval y dejar la situación en manos del ejército de Mali y las tropas de la CEDEAO. ¿Cómo y cuándo? Nadie lo sabe. A día de hoy Francia cuenta con 2.000 soldados desplegados en el país, que aumentarán en los próximos días hasta los 4.000 según a reconocido el ministro francés de defensa.

Futuro despliegue de la CEDEAO en Mali. Fuente: Le Figaro.





¿Qué se esconde tras la intervención?

A nadie se le escapa que la intervención francesa en Mali tiene una marcada repercusión en los intereses económicos de las empresas francesas en las antiguas colonias,  no obstante, en el norte de Mali se hayan los principales yacimientos de petróleo y las mayores minas de oro y uranio, todas explotadas por empresas francesas. Además Francia busca apuntalar su influencia en la zona, en retroceso progresivo desde hace unos años en favor de EE.UU y China.

Otro dato a tener en cuenta, y que muestra la importancia estratégica y comercial que tiene esta región para Francia, es que nuestro país vecino obtiene el 40% de sus importaciones de uranio de las minas de Niger para alimentar a sus casi sesenta reactores nucleares con los que el hexágono produce casi el 70% de su electricidad.

Así, podemos hacernos una idea de lo que implicaría la derrota del gobierno interino de Mali: crearía un foco de 'inestabilidad' en una zona vital para la economía francesa generando una seria amenaza sobre el control francés de los importantes recursos de la zona y, además, supondría la pérdida de la influencia que Francia tiene hoy en Mali.

¿Y ahora qué pasará?

Francia baraja dos opciones para hacer frente a la actual situación en Mali que son sorprendentemente parecidas a las estudiadas por EE.UU. para Afganistán. La primera: llevar a cabo una acción rápida y contundente, dejar la iniciativa a las tropas africanas y volver a casa, quizás, dejando un pequeño contingente desplegado en el país para labores de apoyo. La segunda, más ambiciosa: llevar la lucha contra los grupos islamistas hasta el final, expulsarlos y hacerse con el control del norte de Mali para luego ayudar a la reconstrucción del país política y económicamente. Ésta última fue la elegida por la administración Bush para Afganistán -con unos resultados que todos conocemos- pero ¿cuál elegirá Hollande?

Lo cierto es que la guerra en Mali va evolucionando y ya ha salpicado a un país vecino: Argelia. Un grupo yihadista argelino tomó la planta de gas de In Amenas en el este del país en represalia por la intervención francesa en Mali. Tras cuatro días de secuestro, el ejercito argelino asaltó el complejo provoncado una masacre entre yihadistas y rehenes.

Todo apunta a que tarde o temprano el conflicto va a internacionalizarse. Los grupos islamistas tiene un amplio conocimiento de la zona y no sería nada extraño que se refugiasen en los países vecinos de Mali si la presión de los bombardeos franceses se mantiene. Entonces saltará otra pregunta ¿qué hará Francia? ¿llevará sus bombardeos a más países? ¿Se verá EEUU forzado a intervenir?.

Presencia militar francesa en África occidental y zona de actuación de AQMI. Fuente: Le Figaro.



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